Que jueces de la Nación acepten ser llevados por el Grupo Clarín a la mansión de un millonario empresario amigo de Mauricio Macri, que se apropió de un lago en el sur y que no acata ninguna medida judicial en su contra, es un hecho muy gravísimo. Que, asimismo, esos magistrados, junto a funcionarios macristas y directivos del holding mediático acuerden falsear pruebas y truchar facturas, es un escándalo sin precedentes. Si algo faltaba para evidenciar el funcionamiento del lawfare son estos chats que incluyen hasta la voz de quienes conspiran contra la Democracia argentina.
El sistema judicial destila podredumbre y merece ser democratizado para que las y los funcionarios honestos que aún existen en ese Poder del Estado no terminen sumergidos en el mismo lodo que esta asociación de corruptos y ventajeros. Pero, sobre todo, merece ser investigado y revisado para que los tribunales de nuestro país vuelvan a impartir Justicia en lugar de favores, prebendas y privilegios.
Hoy, este Partido Judicial de los amigos de Macri y Magnetto es el que, sin ninguna prueba, persigue a Cristina y la condena a un circo mediático con sentencia ya escrita; el mismo que protege a los corruptos que provocaron el endeudamiento más grande de la historia y estafaron a todo el Pueblo argentino fugando millones de dólares.
Nuestra Patria no puede seguir a merced de conspiradores antidemocráticos que usan las instituciones de la República en su propio provecho y el de sus socios y amigos.
