El ataque ocurrió el 5 de marzo de 2016 durante la inauguración de un local partidario en el barrio porteño de Villa Crespo. Desde el departamento donde vivía Alejandro Fabián Sidero salieron los disparos de un revólver calibre 32 largo que hirieron a Daiana Soto y Florencia Girotti, militantes de La Cámpora y Nuevo Encuentro.
En un proceso judicial con varias irregularidades, tras siete años se logró llegar a la instancia de juicio oral con una particularidad: el hijo de Sidero, menor de edad en aquel entonces, se había adjudicado el ataque y la justicia sostuvo esa hipótesis, aunque previamente un Juez de Menores lo sobreseyó por entender que encubría a su padre.
Martín Sabbatella, presidente de Nuevo Encuentro, habló esta mañana desde la puerta de los Tribunales: “Hoy, estamos acá para pedir justicia y el fin de la violencia política en la Argentina. Este hecho en particular, sucedió cuando Macri acababa de asumir como presidente y desde ciertos sectores de la dirigencia exteriorizaban y exacerbarban su odio hacia el kirchnerismo. Fue el puntapié inicial de una escalada de violencia política que alcanzó su punto máximo el 1ro de septiembre de 2022, con el intento de magnicidio contra Cristina”.
“A pesar de lo que quisieron hacer creer, no se trató de ‘lobos solitarios’, estos hechos fueron la consecuencia lógica de años y años de un discurso de odio construido por parte de ciertos sectores de la dirigencia política, el cual fue reproducido hasta el hartazgo por algunos medios de comunicación. Hablan de exterminar, aniquilar y desaparecer al adversario político; de ‘extirpar la grasa militante’; y en ese contexto, no podemos extrañarnos de que aparezcan personas que se crean habilitadas, y con el derecho de salir a la calle a dispararle a quienes piensan distinto”, agregó el dirigente nacional de Nuevo Encuentro.
“Estamos con muchas expectativas respecto a lo que pueda suceder, porque costó mucho llegar al juicio oral. Sabemos que esto también puede sentar un precedente en el marco de la escalada de violencia política que vive la Argentina, y por eso exigimos justicia. Estamos hablando de un hecho que milagrosamente no terminó en tragedia”, finalizó Sabbatella.