“Millones de argentinos en las calles, todos los organismos de derechos humanos, legisladores nacionales de todos los bloques, la inmensa mayoría de los partidos políticos y hasta los propios tribunales inferiores de varias provincias rechazaron la aplicación del 2 x 1 con el que la Corte Suprema de Justicia benefició a criminales responsables de delitos de lesa humanidad. Es una respuesta contundente, plural y masiva de repudio, que despertó además críticas de especialistas del Derecho y organizaciones de Derechos Humanos de todo el mundo”, subrayó Martín Sabbatella, al tiempo que consideró que “los jueces Rosenkratz, Rosatti y Higthon de Nolasco deberían tomar nota de la gravedad de su fallo y dar un paso al costado”. “Es imprescindible y muy sano para la Democracia de nuestro país que esos tres magistrados renuncien a la Corte Suprema y que el fallo a favor de la impunidad no se aplique y se retrotraiga”, opinó el dirigente kirchnerista.
Más de 600.000 personas convocadas por los organismos de Derechos Humanos se movilizaron ayer a la Plaza de Mayo, mientras que otros cientos de miles lo hicieron en espacios públicos de todo el país, en repudio al fallo del 2 x 1 dispuesto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Además, las dos cámaras parlamentarias votaron una ley para retrotraer la medida, que al mismo tiempo está siendo rechazada por varios magistrados provinciales que reciben pedidos de los represores para ser beneficiados. Mientras avanzan pedidos de juicio político contra los tres ministros firmantes del fallo, el propio Gobierno, encuestas mediante, se retractó del aval a la medida y se sumó al repudio de la oposición y otros partidos afines al oficialismo. Por último, magistrados y especialistas de todo el mundo, como el exjuez español Baltazar Garzón rechazaron el fallo y exigieron su vuelta atrás.
“Se trata de un rechazo absoluto y masivo que atraviesa a todos los sectores, a todos los partidos, a todos los bloques parlamentarios, a todos los organismos. Y, además, que despierta una rebelión inédita adentro del Poder Judicial, en la que los propios jueces de instancias inferiores consideran inconstitucional el fallo y no aceptan aplicar semejante barbaridad. Todo eso, sumado a que el propio Gobierno que impulsó la medida ahora mira las encuestas y le da la espalda, deja a los tres jueces en lugar de ilegitimidad y desprestigio total”, afirmó Sabbatella y continuó: “Está claro además que, quienes amamos la Democracia, tenemos el desafío de pensar en un rediseño institucional muy serio, plural y democrático del Poder Judicial y en particular de la Corte Suprema. Estamos en presencia de jueces que son impulsados en forma desesperada por decreto por el actual Gobierno, una magistrada que negocia quedarse en su cargo más allá de lo que fija la ley, otros que arman shows mediáticos para apuntalar la campaña de persecución del macrismo y muchos que entran por la ventana tras un lobby furioso del Gobierno que hegemoniza el Consejo de la Magistratura. Es decir: se está consolidando un sistema judicial que, sobre todo en los niveles más altos, perdió absoluta independencia y se transformó, como antes de la reforma impulsada por Néstor Kirchner, en un brazo ejecutor de las necesidades del poder económico y gubernamental”.
