A Lucas, como a tantxs otrxs pibxs de nuestros barrios populares, lo mataron las balas de aquellxs que debían protegerlx. Lo mataron por “negro”, lo mataron por “villero”.
Y sabemos que no fueron solamente los tres policías identificados los responsables de su muerte; ellos fueron el brazo ejecutor, los portadores del arma homicida, pero muchas manos más ayudaron a apretar el gatillo aquella mañana:
– El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al habilitar que sus fuerzas de “seguridad” circulen por los barrios prestando servicio vestidos de civil, sin placa que los identifique y en autos sin patente, cuál “grupo de tareas”.
– El Poder Judicial que, mientras Lucas aún peleaba por su vida en el hospital, llevaba detenidos a sus amigos a un internado de menores a pasar la noche, mientras permite aún hoy que sus asesinos sigan gozando de plena libertad.
– Aquellos sectores de la dirigencia política que demagógicamente instalan el “meter bala a los delincuentes”, o “transformarlos en queso gruyere”, como “solución” a un problema que realmente preocupa al Pueblo, como es el de la inseguridad.
– Y, por supuesto, aquellos poderes mediáticos financiados para reproducir ese discurso. Distorsionan, mienten, manipulan, encubren, justifican, y todo con el único objetivo de estigmatizar a nuestras juventudes.
Todxs ellxs son también culpables de que Lucas hoy no esté. Pero somos cada unx de nosotrxs, como parte de esta sociedad, responsables de no hacer oídos sordos, de no mirar para otro lado, de no callar ante lo que viene sucediendo.
Es por todo esto que seguimos denunciando que en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires las políticas estatales no están a la altura de las circunstancias. Se siguen sucediendo día a día, casos de gatillo fácil, hostigamiento policial, privaciones ilegítimas de la libertad, discriminación y vidas perdidas en “enfrentamientos” de zonas liberadas por las propias fuerzas de seguridad.
Exigimos que se adopten medidas concretas que garanticen la seguridad de todas y todos. Y la no reproducción de estos hechos, así como también el respeto y cumplimiento irrestricto por los Derechos Humanos.
Desde Nuevo Encuentro exigimos Justicia por Lucas.
Nunca más odio.
Nunca más el silencio.
Basta de gatillo fácil. Dejen de matar a nuestrxs pibxs.