El diputado nacional del Frente para la Victoria -FpV, Adrián Grana, afirmó que «desde que el Estado se desentendió de su regulación, el precio de la nafta trepó a niveles que pronto se volverán impagables, y tendrá un impacto directo en la inflación y la canasta de consumo. Una vez más el gobierno deja al mercado “regularse a sí mismo”, una falsedad que solo va a permitir el abuso de las petroleras.
Por eso motivo, el dirigente kirchnerista presentó un proyecto de ley que declara «irrenunciable» la facultad del Poder Ejecutivo Nacional de «intervenir y/o regular en materia de exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos, incluido los precios locales del petróleo crudo y sus derivados».
«Se trata de impedir que una gestión circunstancial del Poder Ejecutivo Nacional eche por tierra políticas de Estado consagradas, por normativas como la ley 26.741, que declaró de Interés Público Nacional el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, ya que el Estado no puede ni debe desconocer su autoridad en la fijación de las políticas en materia de soberanía hidrocarburífera.», observó el legislador por la provincia de Buenos Aires.
«Nuestro proyecto incorpora el Artículo 3° Bis a la ley 26.741, para que el Poder Ejecutivo Nacional no pueda desentenderse de su carácter de autoridad a cargo de la fijación de las políticas en materia de soberanía hidrocarburífera, de intervenir y/o regular sobre las distintas actividades relacionadas con la exploración y explotación de hidrocarburos, incluidos los precios al consumidor, en el marco de tal finalidad soberana», aclaró.
Grana apuntó que «la soberanía nacional no puede ser prenda de negociación ni dejarse al libre criterio de los mercados. En materia de hidrocarburos, las políticas aplicadas en la década del 90 nos costaron perder nuestra histórica YPF. La sanción de la ley 26.741 permitió en 2012 recuperarla para el acervo de las argentinas y los argentinos, a la vez que permitió detener la caída en la producción local de petróleo y revertir la tendencia bajista en la producción de gas como camino a recuperar la soberanía en materia energética».