Gasearon a docentes que durante el encierro por la pandemia salieron a repartir alimentos y material didáctico para nuestros niños, niñas y adolescentes, y pagando de su bolsillo la conectividad para no perderlos.
Son los mismos que hoy enfrentan en las aulas los problemas que afectan a las familias como el desempleo, la droga y la violencia producto de la políticas que implementan gobiernos violentos como el de Milei y Weretilnek.
En lugar de pelear con Milei por el presupuesto educativo, quieren responsabilizar a los trabajadores de la educación de todas las funciones que tiene que asumir el Estado para garantizar un derecho.
Exhortamos al gobierno provincial a retomar uno de los acuerdos programáticos: Defensa irrestricta de la Educación como DERECHO.
