No se puede dejar de remarcar que este lamentable hecho es también consecuencia de la escalada de violencia que proponen ciertos sectores políticos y mediáticos. No puede ser caracterizado como un hecho aislado.
Son fruto de la violencia política y los discursos de odio que día a día vemos en gran parte de la dirigencia política de la oposición. Cuando un legislador pide la pena de muerte, cuando otro dice “son ellos o nosotros”, cuando se fomenta la portación de armas o se pide desde los medios “un país sin kirchneristas” se están construyendo los escenarios donde estas cosas son posibles.
El intento de proscripción y de fusilamiento mediático llegó a un punto insostenible donde se pone en juego la vida misma de la Vicepresidenta de la Nación. Esta noche se llegó a un límite extremadamente peligroso que pone en vilo a toda la sociedad.
Exigimos urgentemente el esclarecimiento de este hecho y el repudio generalizado de todas las fuerzas políticas.