El Pueblo Venezolano hace 20 años que vive en un sistema democrático pleno. Además de votar en cada elección convocada por el Poder Electoral, en base a lo ordenado por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, viven cotidianamente en una práctica participativa ciudadana, por la cual las decisiones gubernamentales emanan del Poder Popular. Ante esto, la oposición política, sistemáticamente encubierta por los medios de comunicación, arma campañas de mentiras y difamación, y como eso no le alcanza, el poder económico venezolano recurre al desabastecimiento de alimentos, de remedios, de bienes. Pero como eso tampoco les alcanza, han recurrido al robo del papel moneda circulante para boicotear la economía, y han traficado el combustible venezolano para revenderlo en Colombia. Como eso no logró doblegar la voluntad del Pueblo venezolano recurrieron a la violencia: las «guarimbas» -piquetes de barrios acomodados- y grupos paramilitares. Tampoco ello logró vencer las convicciones, la democracia y la fortaleza del pueblo Venezolano.
Ante la ineficacia de los vendepatria locales, el Imperio decidió correr los intermediarios y aumentar el jaque con bloqueo económico y bases militares activas próximas a la frontera. En la embestida más reciente, la patota imperialista sumando a sus serviles gobiernos latinoamericanos, ha decidido avasallar la Soberanía del pueblo venezolano con la atribución de la presidencia a un sujeto autoproclamado, en contra de la legitimad nunca discutida del presidente Nicolás Maduro.
Entre esos gobiernos lacayos del imperio, está tristemente el Gobierno argentino. Macri embarca a nuestro pueblo a sumarse a esa patota internacional que no respeta el Estado de Derecho Internacional, la Soberanía de los pueblos, y responde a intereses contrapuestos a los de nuestra Patria Grande. No es necesario declararse chavista y socialista para defender hoy a Venezuela. Solo hace falta poseer y defender lo más básico de la calidad de ciudadano: respetar la soberanía de una Nación y su derecho a la autodeterminación que implica rechazar cualquier injerencia extranjera en sus asuntos internos.
Secretaría De Relaciones Internacionales
Mesa Nacional de Nuevo Encuentro