Desde su llegada al Gobierno nacional, las y los argentinos sufrimos las consecuencias de la crueldad de Javier Milei. Todos los días cierran comercios y fábricas por el ajuste y la recesión y decenas de miles de familias se quedan sin ingresos. Todos los días se recortan programas creados para cubrir diversas necesidades de la población, empujando a numerosas personas al límite de la subsistencia. Todos los días se achican los recursos nacionales destinados a las provincias, eliminando obras básicas de infraestructura, recuperación vial o iluminación de espacios públicos. Son innumerables las acciones gravísimas ejecutadas por Milei que impactan en el Pueblo argentino y, por supuesto, en el de la Provincia de Buenos Aires.
En materia de Seguridad, el actual Gobierno nacional privó a las y los vecinos bonaerenses de más de 700 mil millones de pesos, al quitarles de una zarpazo el Fondo de Fortalecimiento Fiscal.
Con el sarcasmo y la soberbia que lo caracterizan, ahora el Presidente se anima a exigir la renuncia del Gobernador Axel Kicillof y amenazar con una intervención federal en la Provincia. El mismo Presidente que impulsó mayor inseguridad en Buenos Aires quitándonos ese fondo y recortando numerosos programas tendientes a hacer más seguro el entorno urbano con obras y luminarias, ahora quiere mostrarse como garante de la Seguridad. El mismo funcionario que despliega un ajuste brutal, que incita a despedir trabajadores, que desfinancia universidades y que cercena las posibilidades de crecer dignamente a millones de jóvenes, asegura que es capaz de traer a la provincia la paz que no garantiza en ningún rincón del país. El mismo que está imputado por ser protagonista central de una maniobra delictiva reciente escandalosa, se anima a decir -con el cinismo propio de los psicópatas y el oportunismo electoral de los caranchos políticos- que “el que las hace las paga”.
Sr. Presidente:
Garantice los recursos nacionales necesarios para enfrentar la inseguridad en la Provincia de Buenos Aires y en todo el país.
Concrete las obras y programas que favorecen la creación de barrios, pueblos y ciudades más seguros para los argentinos y argentinas.
Ponga en marcha un plan económico que amplíe las oportunidades de desarrollo productivo y la creación de más fuentes de trabajo.
Respete las instituciones democráticas y a quienes fueron electos por el Pueblo para representar sus anhelos, deseos y necesidades.
Deje de perseguir a personas en situación de vulnerabilidad que merecen ser contenidas y recuperar un camino de crecimiento digno.
Mejore las condiciones de detención para que se puedan cumplir los objetivos de reclusión y rehabilitación y no se sigan produciendo fugas de comisarías que no deberían albergar presos.
Recupere y promueva las iniciativas que impulsamos durante el Gobierno de Cristina Kirchner para democratizar y hacer más eficiente el Poder Judicial.
Actúe rápidamente para terminar con los discursos de odio propios de usted y su fuerza política que, lejos de llevar paz y tranquilidad a los hogares argentinos, invaden de violencia todos los rincones de la Patria.
Las víctimas de la inseguridad en Buenos Aires y en todo el país no necesitan posteos provocadores y oportunistas de quien debe ejercer la máxima responsabilidad gubernamental. Necesitan y necesitamos de funcionarios y funcionarias que se ocupen cada día de trabajar para que el Pueblo viva en paz y sea feliz.
