Somos parte de un linaje de lucha y resistencia.
En 1908 murieron quemadas 129 trabajadoras textiles en la fábrica Cotton de Nueva York en reclamo de sus derechos laborales. Este suceso marcó un antes y un después en la lucha transfeminista.
Hicimos de esta fecha un día de lucha, cambiamos los bombones por los bombos y las flores por los carteles con el fin de visibilizar las injusticias que habitamos todos los días.
En Argentina nuestro linaje se nutre de las cabecitas negras que salieron a la calle aquel 17 de octubre; de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo que nos enseñaron de la Memoria, la Verdad y la Justicia, de nuestras viejas que en el 2001 se organizaron para darle de comer a un pueblo entre los trueques, las calles y las ollas; de las defensoras de la tierra, las artesanas de la palabra; de nuestras madres protectoras, de la pibada irreverente y de la furia travesti.
Nuestro origen, nuestra identidad y nuestro horizonte es la llama viva de la revolución del deseo y de la justicia social.
Habitar en un país libre, justo y soberano es un DERECHO. Es el sueño latente de los y las 30 mil y el camino que nos enseñaron Perón, Evita, El Che, Juana y Néstor y como nos sigue enseñando y guiando nuestro fuego de todas las batallas: CRISTINA.
Hoy más que nunca ante el odio y el individualismo respondemos con organización transfeminista.
Sabemos de luchas, por eso, somos y seremos siempre GUARDIANAS de nuestros DERECHOS.
Por el derecho a la felicidad y la prosperidad.
Como dijo CFK en su mensaje luego de la multitudinaria marcha del 1F “El Derecho a la prosperidad y a la felicidad son los límites que Milei no solo no podrá violar sino a los que, además, deberá dar respuesta más temprano que tarde.”
En este contexto nacional e internacional donde las derechas nutren su narrativa con discursos de odio propiciando un presente de violencia, disciplinamiento, individualismo y desamparo para lxs más vulnerables desde los transfeminismos populares trazamos un horizonte comunitario de inclusión, igualdad y libertad humana no de mercado.
Durante el primer año de gobierno de Javier Milei padecimos un recorte brutal en todas las políticas públicas de género y diversidad desmantelando por completo lo que era el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación y con ello toda la institucionalidad de género a lo largo y a lo ancho de nuestro país incumpliendo numerosos compromisos y tratados internacionales.
La proliferación de los discursos de odio del gobierno nacional y su ejército de trolls impacta sobre nuestros cuerpos generando sentido común y crímenes de odio organizados. En dos semanas se registraron cuatro ataques a lesbianas.
El empobrecimiento de nuestro pueblo lo sufren más las mujeres y personas LGBTQI+, los niños y niñas, las que cuidan, las trabajadoras comunitarias, de casas particulares, nuestras jubiladas y jubilados que ven en riesgo la moratoria sumado al aumento de medicamentos y la pulverización de sus salarios. Sin moratoria se estima que solo 2 de cada 10 mujeres podrán jubilarse, aumentando de este modo la brecha de desigualdad económica. Todo esto, en puertas de un nuevo acuerdo con el FMI que es un crimen para nuestro pueblo.
Por eso, nos movilizamos en todo el país para denunciar ante el mundo entero las atrocidades de un Gobierno Nacional que no merece el pueblo que representa. Nuestra historia de lucha nos permitió avances que no estamos dispuestas a negociar. En cada plaza se escuchará el grito de nuestra organización colectiva y transfeminista hasta que el presente sea como lo soñamos.
Con la fuerza de Evita. Con el Coraje de Cristina.