Nuevo Encuentro es una fuerza política que surgió en plena crisis de representatividad que atravesó Argentina a comienzos de este siglo cuando aún no se avizoraba un proyecto nacional que contuviera y expresara los intereses de las grandes mayorías populares.

Nació del encuentro de diferentes tradiciones políticas, de la confluencia de militantes que provenían del peronismo, del radicalismo, del socialismo, de luchas sindicales contra las privatizaciones de los noventa, de movimientos sociales, etc. El desarrollo de nuestra fuerza se dio a la par de un momento histórico extraordinario de la Argentina que se inauguró el 25 de mayo de 2003, que marcó un antes y después en la historia de nuestro país, dialogando con la historia de las luchas del campo nacional, popular y latinoamericano.

Los y las militantes fuimos estableciendo sintonía con el kirchnerismo hasta ser parte plena, en la medida en que fue desarrollando y desplegando sus políticas, que estaban en el mismo camino que las que se habían tomado desde el Municipio de Morón, donde Nuevo Encuentro gobernó entre 1999 y 2015 y volvió a hacerlo desde 2019. Entre ellas, la defensa de los derechos humanos como política de Estado y la apertura de la ex ESMA como símbolo del inicio de una etapa política de fin de la impunidad en la Argentina, la integración regional como el futuro común de nuestros pueblos y la aplicación de retenciones a los grandes productores agropecuarios como herramienta económica para redistribuir la riqueza.

Nuevo Encuentro, entonces, emergió de la confluencia de distintas tradiciones, experiencias y culturas políticas que hoy se sintetizan en una: el kirchnerismo. El kirchnerismo sintetiza lo mejor de la lucha de nuestros grandes movimientos populares. El kirchnerismo nació para ser definitivamente el nombre del campo nacional, popular y democrático del siglo XXI.

El kirchnerismo es la recuperación del Estado como garante de derechos y la revalorización de lo público; es la construcción del futuro sobre la Memoria, la Verdad y la Justicia; es la integración regional y la Patria Grande con la que soñaron nuestros próceres; es democracia con justicia social; es el desarrollo de una nueva matriz productiva y distributiva justa y equitativa; es producción, industrialización, trabajo y consumo popular como círculo virtuoso de crecimiento con inclusión. Es, en síntesis, el proceso político, económico y social que decidió recuperar definitivamente la soberanía nacional para que nunca más el futuro de la Patria lo definan las corporaciones a espaldas de los intereses del Pueblo.