“Los dueños de Clarín y La Nación son parte de la alianza que gobierna Argentina desde 2015. Por eso, no sorprende que el partido judicial entierre la investigación sobre Papel Prensa y libere de responsabilidad a Ernestina de Noble, Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre. Y que lo haga después de que el gobierno nacional, a través del secretario de DDHH Claudio Avruj, decidió no apelar y dejar que la impunidad se consagre”, opinó Martín Sabbatella tras conocerse el fallo de la Sala 1 de Cámara Federal porteña que confirma el sobreseimiento de los empresarios imputados por la apropiación de Papel Prensa SA.
“El fallo es parte de la trama de beneficios mutuos entre las corporaciones mediáticas, el poder político y el llamado partido judicial; es decir, parte de la dinámica de los sectores que hoy gobiernan el país, que se enriquecen usando al Estado en provecho propio, con la mirada cómplice de muchos jueces y fiscales, quienes además aceleran la persecución a dirigentes y militantes de la oposición”, señaló el dirigente kirchnerista y agregó: “Es una mancha más a un Poder Judicial corrompido y sin legitimidad ni escrúpulos. La apropiación de Papel Prensa, hace 40 años, se completa con este nuevo capítulo de impunidad”.
Esta tarde, los camaristas Jorge Luis Ballestero y Leopoldo Bruglia –que integran la Sala 1 con Eduardo Freiler, cuestionado por el macrismo y apartado de sus funciones- ratificaron el fallo dictado en primera instancia por el juez federal Julián Ercolini que sobresee a los empresarios en la denuncia iniciada por la familia de David Graiver, anterior dueño de Papel Prensa.
“Los jueces reconocen que la venta de la empresa estuvo vinculada a maniobras extorsivas en el marco de la represión de la dictadura cívico militar, pero despejan la responsabilidad de quienes fueron beneficiarios de esa maniobra mafiosa. Hasta el asesino Jorge Rafael Videla consagró ese complot inaugurando la nueva planta de Papel Prensa junto a Noble, Magnetto y Mitre. Nadie, en su sano juicio, puede creer que se trató de casualidades. Pero el sano juicio no es común en esos tribunales, donde habitan personajes oscuros que ejecutan a la perfección los planes de las corporaciones económicas y el poder político gobernante”, concluyó Sabbatella.
