Desde Nuevo Encuentro expresamos nuestro rechazo a la decisión del presidente Javier Milei de avanzar en la privatización de Aerolíneas Argentinas. Se trata de una nueva ofensiva en contra de sus trabajadores, y de todas y todos los argentinos que gracias a nuestra aerolínea de bandera cuentan con vuelos para poder trasladarse desde y hacia todos los rincones del país, además de otra muestra clara de desprecio a lo nacional.
Milei utiliza un conflicto de recomposición salarial para estigmatizar a los trabajadores, reinsertar el tema en la sociedad y poner el cartel de venta a la línea de bandera, recuperada en el año 2008 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Sabemos lo que pasó cuando Aerolíneas Argentinas se privatizó y fue nefasto, quedó destruida, desguazada y al borde de la quiebra.
El gobierno miente a cara descubierta cuando habla de los gastos de la empresa. El balance analizado por la Auditoría General de la Nación (AGN) arroja que en 2023 no hubo pérdidas y no requirió de fondos del Estado porque trasladó 13 millones de pasajeros. Además, en los últimos años logró constituirse como una empresa de excelencia en el mundo.
Otro punto que no es menor para repudiar la privatización tiene que ver con la conectividad. Está claro que el mercado recortará las rutas menos rentables en todo el país. Esto no solo afectará al transporte de pasajeros, también perjudicará el comercio y la logística.
No hay que dejarse engañar: El Gobierno simula austeridad cuando en realidad lo único que hizo en estos meses es aumentar la pobreza y la desigualdad, para beneficiar a los mismos 4 o 5 vivos de siempre que se enriquecen a costa del hambre del Pueblo.
Por último, vale remarcar que la venta de Aerolíneas solo podrá ser posible con la colaboración de los sectores políticos que son cómplices con este plan de ajuste y saqueo que padecen las mayorías populares. Sobre ellos, también cae la responsabilidad de este tema.
Nuestra solidaridad con los trabajadores y trabajadoras de Aerolíneas Argentinas.